Promotor del Concurso: Junta de Andalucía
Año: 2002
Arquitectos: Marina G. Fernández (MɅɅDO Architects), Javier Hernández, Beatriz Gil y Gonzalo Bárcenas. Colaboradores: Mª Belén Ballesteros y Claudia X. Rodríguez
Frente a lo inóspito del lugar, en un solar en el límite del casco urbano, y lo extremo de la climatología en verano y suave en invierno, las viviendas han sido concebidas como un gran umbráculo que resguarda el interior de la manzana de la acción del sol, filtrando la luz y creando un espacio fresco y a la sombra.
Los elementos filtrantes de la luz son las propias plantas altas de las viviendas, que gravitan sobre el espacio interior de manzana.
Las viviendas se cierran al exterior en las alineaciones de las manzanas, abriéndose al interior. De este espacio participan las viviendas, con diferentes grados de privacidad, integrándose en él, desde el espacio en doble altura del salón, donde se desarrollan la escalera y circulaciones de la vivienda, a través de un espacio ajardinado, hasta llegar a la zona central pavimentada interior de la manzana, de carácter colectivo, que tiene continuidad espacial, se percibe como una secuencia de luz y sombra, y permite la circulación del aire. Se pretende que las viviendas disfruten a través de este umbráculo de amplitud, luz natural, ventilación y privacidad.